jueves, 7 de octubre de 2010

Pereza mental.


Yo creo que nuestra pereza mental tiene mucho que ver con la era en la que vivimos. Era llena de tecnología, un mundo lleno de prisa por llegar a… ¿quién sabe dónde?
Ahora todo es tan fácil con simplemente tocar las teclas de una computadora, googlear los términos que no sepamos o incluso las tareas que no queramos escribir.
Somos inútiles por instinto. Ya somos incapaces de pensar por nosotros mismos. Lo primero que hice al prender la computadora fue buscar “pereza mental” en Internet, mientras esperaba a que la página cargara pensé en lo anterior y decidí cerrar la página cómo si fuera un libro que nunca hubiera querido leer. Alguien me dijo alguna vez que nuestra siguiente generación iba a ser apática gracias a la tecnología, iba a ser incapaz de relacionarse con otras personas a menos que fuera digitalmente, no lo creí. Solo que de pronto uno va creciendo y va entendiendo muchas cosas y tal vez, solo talvez, tenga razón y supongo que esta en mí y en esta generación de pereza mental ponernos pilas (como diría mi jefe el venezolano) y hacer más.

Otra cosa que creo que puede influir mucho es la prisa con la que recorremos la vida. Todo se ha vuelto cómo una jungla dónde tienes que luchar por tu sobrevivencia, dónde el más veloz gana siempre. Los padres trabajan por dos: el doble de tiempo, ambos padres. Las reglas cambiaron por que estos padres que trabajan horas y horas sin atener a los hijos que algún día tuvieron en sus brazos y de pronto crecieron casi sin darse cuenta, tienen algo así como remordimientos: ¿hago bien en trabajar tanto y quitarle mi atención a cambio de bienestar económico o más bien necesita de mi y no de cosas materiales? Todos quieren ser ricos, vivir con la más suntuosa comodidad, incluso cuando esto equivale a no tener tiempo para disfrutar de tales frutos. E X A C TA M E N T E por esto, es que caigo en la conclusión de que no tenemos consecuencias, no habrá represalias si el pobre niño no hizo sus deberes. Nuestros padres se han encargado de enseñarnos que al levantar la mano y pedir, nuestros deseos serán órdenes. Somos capaces de tener el mundo en nuestras manos por que nuestra educación nos ha permitido creer que así será. No tendré problemas después, nadie será castigado, total, la gente mata allá afuera y no la meten a la cárcel ¿apoco si no hago la tarea me va a pasar algo? No solo hablo de tener castigos por parte de nuestros padres o exigencias de ellos. Lo que sucede es que además de que estamos mal educados por nuestra primerísima sociedad que es nuestra familia, resulta que cuando creces y sales al mundo también te chiflan, tomemos por ejemplo, la escuela.

La escuela podría cambiar nuestra costumbre y lo aprendido en la familia que he dicho hasta ahora. Pero es aquí dónde lamentablemente reafirmamos nuestro nivel de negligencia. ¿Cómo? Bueno, es aquí, en la escuela, dónde nuestra oportunidad de despertarnos desaparece al encontrar personas, maestros que, no es que tengan remordimientos, sino que no tienen ganas, tienen también PEREZA MENTAL.En las escuelas, sobretodo los primeros días puedes escuchar a los alumnos hablando:

- ¿quién te toca ahorita?
- Me tocó perenganito
- Uuuuuuuuuuy! Te la bañaste, yo que tu la daba de baja, no vas a pasar, esta bien difícil. (etc., etc., etc.)

Esto por alguien que simplemente te exige, que da clases, que hace las cosas como se debe, que le interesa. Solo que nosotros siempre tenemos flojera, siempre creemos que no podremos hacer las cosas. En cambio, cuando los maestros no van, no encargan tarea, no dan las clases cómo se debe, son nuestros favoritos.

Yo, estoy aterrada. Por que no se hacer nada. Por que cuando termine la escuela que falta poco, iré a algún lugar a pedir trabajo, entonces me preguntaran que se hacer y n sabré que responder.

Si se esta preguntando por MI motivo de pereza mental. Supongo que es por que siento que tarde o temprano las cosas se resolverán solas, por que las tareas las encontraré en algún sitio, por que mi cuarto será limpiado por mi mamá cansada de repetirme que lo haga, por que las materias las pasaré algún día en segundas y hasta en terceras. A mi las cosas me dan flojera no porque realmente me de flojera, sino por que me muero de miedo. Me asusta la sola idea de hacer las cosas y después no saber que. Por que nadie me dice lo que sucederá, por que actúo bajo órdenes y no sé nunca cual va ser el resultado. De pronto me doy cuenta que el miedo no me lleva a nada, quedarme parada el lugar de seguir caminando y ver que más hay no me hace nada. Pero es que si camino, ¿a dónde llegaré a parar?