
Porque todos sabemos que eventualmente un padre se dará por vencido y morirá, o que, definitivamente podemos vivir sin amor aunque elijamos lo contrario. No está precisamente estipulado ni sabemos a quién adjudicárselo, lo cierto es que, todos en algún momento de nuestra efímera vida aprendemos a bloquearnos las cosas que están fuera de nos

La vida a veces me parece cíclica, viene y va, es inestable y vertiginosa, todo cambia sin querer, todo pasa sin darnos cuenta, nuestro error es simple: nos ocultamos, nos cegamos, nos mentimos a nosotros mismos, porque nadie, absolutamente nadie quiere ver cómo todo de pronto se torna diferente. El mundo se mueve a paso lento y nosotros corremos con pasos agigantados sin detenernos ni un instante, con la prisa del tiempo incontrolable atiborrando nuestra gran estadía en la tierra, sosegando nuestros instantes...
El amor también es inestable, vertiginoso y cíclico. Cambia, es un juego de azar que si bien tiene probabilidades de darte la mejor de las vidas, uno nunca recuerda verle el otro lado a la moneda, el lado en el que también tiene un sinnúmero de probabilidades de hacerte pensar que nada de esto vale.
Nadie piensa que las cosas pueden ser diferentes, vemos lo que vemos y lo demás no nos atrevemos siquiera a imaginarlo pero, ¿Quién nos dice que nuestra realidad es la real? No entiendo, no es simple esto de ver las nubes con toda su inmensidad y pensar que venimos de alguien más, alguien más grande y celestial que las nubes o que el límite del cielo y la tierra. No sé cómo es posibl

Pero sí, efectivamente podemos decir que algunas cosas nunca serán diferentes de lo que son, que por ejemplo, un padre siempre estará ahí para su hijo sin importar qué, o que uno simplemente no puede vivir sin el amor de su vida pero lo cierto es qué, nos bloqueamos, nos cegamos y estamos casi renuentes a aceptar que en la vida, todo cambia.